El tren ha sido una de las innovaciones que ayudaron a un desarrollo más veloz tras su implementación, sin embargo otros avances en términos de transporte aparecieron recortando tiempos, recursos o simplemente ofreciendo mayor comodidad, pero hay lugares donde los trenes que trasladan pasajeros son simplemente atracciones y en otros una necesidad de primera mano.
El uso de trenes de pasajeros es un tema de interés en México, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que prepara un decreto para que las vías de trenes de carga se usen también para pasajeros. El objetivo es que se pueda viajar desde Cancún a la Ciudad de México, desde Guadalajara a Nayarit, Sinaloa, Sonora, hasta la frontera, de Ciudad de México a Querétaro, San Luis Potosí, Monterrey, hasta Nuevo Laredo, de Ciudad de México hasta Chihuahua.
El decreto convocará de manera preferente a los actuales concesionarios de vías férreas a sumarse a este proceso, pero en caso de no participar, el Estado mexicano directamente iniciará un programa orientado a la adquisición y administración de los trenes de pasajeros, utilizando las mismas vías. Las empresas concesionarias tendrán hasta enero del próximo año para demostrar interés y compromiso.
El uso de trenes de pasajeros en el mundo es muy variado y depende de factores como el nivel de desarrollo, la geografía, la población y la política de cada país. Algunos datos estadísticos que pueden ilustrar la situación actual son los siguientes:
Estados Unidos tiene la red ferroviaria más extensa del mundo, con 293.564 kilómetros, pero la mayor parte se dedica al transporte de carga. El transporte de pasajeros se concentra en la compañía nacional Amtrak, que solo cuenta con una línea de alta velocidad.
China es el país con más kilómetros de líneas de alta velocidad, con más de 38.000 kilómetros, y tiene planes de ampliarlos a 70.000 kilómetros para 2035. El transporte ferroviario de pasajeros en China es muy popular y asequible, y se estima que en 2020 transportó a más de 2.000 millones de personas.
Rusia tiene la segunda red ferroviaria más larga del mundo, con 85.500 kilómetros, y cuenta con el famoso tren transiberiano, que recorre más de 9.000 kilómetros desde Moscú hasta Vladivostok. El transporte ferroviario de pasajeros en Rusia es también muy utilizado, especialmente en las zonas rurales, y se calcula que en 2019 transportó a más de 1.000 millones de personas.
El Banco Mundial trabaja con los países en desarrollo para mejorar el acceso y la calidad del transporte ferroviario de pasajeros, como una forma de fomentar el crecimiento inclusivo, el acceso a servicios esenciales y la lucha contra el cambio climático. El Banco Mundial apoya proyectos de transporte sostenible en más de 100 países, con una cartera de más de 40.000 millones de dólares.
En España, el transporte ferroviario de pasajeros es uno de los más avanzados de Europa, con una red de alta velocidad de más de 3.000 kilómetros, que conecta las principales ciudades del país. El transporte ferroviario de pasajeros en España es gestionado por la empresa pública Renfe, que en 2019 transportó a más de 500 millones de personas.
El tren no es una mejor opción que las carreteras o los aviones para algunos casos, ya que tiene ventajas y desventajas que dependen de varios factores, como el tiempo, el costo, la comodidad, la seguridad y el impacto ambiental. Algunos aspectos que podrían hacer que el tren no sea la mejor opción son:
El tren suele ser más lento que el avión, especialmente en distancias largas. Por ejemplo, un viaje en avión de Ciudad de México a Cancún dura aproximadamente dos horas, mientras que en tren podría durar más de 20 horas. Aunque a menudo son más costosos, los aviones son una forma mucho más rápida si el tiempo es un problema.
El tren puede ser más caro que el transporte por carretera, especialmente si se trata de cargas pequeñas o medianas. El transporte por carretera ofrece una mayor flexibilidad para adaptarse a plazos de entrega y cantidad de bultos, con opciones como el transporte en grupaje. Además, el transporte por carretera permite el transporte de mercancías peligrosas, que en el tren podrían suponer un riesgo mayor.
El tren depende de la infraestructura ferroviaria, que puede estar limitada o deteriorada en algunos lugares. El transporte por carretera tiene la ventaja de poder acceder a zonas más remotas o con menor desarrollo. Además, el tren puede sufrir de congestionamientos y retrasos, lo que en ocasiones lo hace poco confiable.
También hay que reconocer que el tren tiene muchas ventajas, como la reducción de la contaminación, el ahorro de combustible, la seguridad y la comodidad de los viajeros.
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