La búsqueda de tesoros históricos siempre ha sido un gran negocio y comparte una gran fascinación no solamente por el entendimiento de la historia de la humanidad, sino por los objetos que podrían corroborar hipótesis que van desde lo místico hasta el contacto con seres inteligentes de otros planetas o dimensiones
Imitaciones o alteraciones en objetos y documentos relacionados con la cultura humana con fines comerciales o académicos. Algunos ejemplos de falsificaciones antropológicas son las estatuas de mármol romano que Miguel Ángel hizo pasar por antiguas; Los manuscritos de Ossian que James Macpherson inventó como una supuesta epopeya celta; Los cráneos de Piltdown que Charles Dawson presentó como los restos de un supuesto eslabón perdido entre el hombre y el mono.
Estos actos no solo pueden dañar el patrimonio cultural de la humanidad, engañar al público y a los expertos, desvirtuar la historia y la ciencia, fomentar el tráfico ilícito de bienes culturales y perjudicar a las comunidades originarias que tienen derechos sobre su cultura.
Las máscaras de piedra que se vendieron como objetos prehispánicos en el siglo XIX y que se calcula que hay unas 500 en museos y colecciones privadas. Estas máscaras no tienen ningún paralelo con las culturas mesoamericanas y se cree que fueron hechas por artesanos locales para satisfacer la demanda de los coleccionistas extranjeros.
Los códices mayas que fueron fabricados por el falsificador español José Díaz Bolio en el siglo XX y que pretendían ser antiguos documentos sobre la historia, la religión y la astronomía de los mayas. Estos códices fueron expuestos en varios museos y publicados como auténticos, hasta que se demostró que eran falsos por medio de análisis químicos, estilísticos y lingüísticos.
Los objetos de obsidiana que fueron hallados en el sitio arqueológico de Teotihuacán en el siglo XXI y que se suponía que eran ofrendas rituales de los antiguos habitantes de la ciudad. Sin embargo, se descubrió que eran falsificaciones modernas hechas con obsidiana reciclada de otros sitios y con técnicas inadecuadas. Estos objetos fueron colocados en el sitio por personas desconocidas con fines desconocidos.
Las momias de Nasca que fueron presentadas en 2017 como supuestos restos de seres extraterrestres o híbridos entre humanos y alienígenas, encontrados en el desierto de Nasca, en Perú. Sin embargo, se demostró que eran falsificaciones hechas con restos humanos y animales, manipulados con yeso, resina y otros materiales. Estas momias fueron parte de una estafa que buscaba lucrarse con el sensacionalismo y el misterio.
Los papiros de Abusir que fueron descubiertos en 1893 en el sitio arqueológico de Abusir, al sur de El Cairo, Egipto. Estos papiros contenían textos administrativos y religiosos del Imperio Antiguo egipcio, y fueron adquiridos por el Museo Egipcio de Berlín. Sin embargo, en 2005 se reveló que eran falsificaciones hechas con papiro antiguo reutilizado y escritura moderna. Estos papiros fueron parte de un fraude que involucró a varios comerciantes y coleccionistas
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